Este Miercoles Santo nos dejaba otra Estación de Penitencia cargada de buenas sensaciones. Todos sabemos el cariño que le tenemos al Cristo de la Paciencia de Andujar y todos sabemos también que sin menos preciar, por supuesto, a las demás, esta es nuestra Estación de Penitencia fuera de casa, predilecta. Predilecta por muchos motivos, como por ejemplo, por sentirnos ya parte de ella por los años que llevamos asistiendo, por la elegancia en general de la Estación, por la grandiosidad del paso, por la belleza de su imagen, por el reconocimiento de sus costaleros, por el buén hacer de la Hermandad para con nosotros, en fin, podría seguir sin parar de decir alagos a favor de este contrato.
Cabe destacar en este año, la chicotá de cuatro marchas que interpretamos en la Tribuna de este precioso pueblo jienense y que tanto nos agradecieron la Hermandad en general una vez encerrado el paso de misterio en su Iglesia, fueron palabras de agradecimiento en ambas direcciones que pudimos saborear los que nos quedamos en el interior de la Iglesia. De su parte, un fuerte agrado a nuestra música y por la nuestra, el aplauso a sus finos andares.
Un pequeño cambio en el itinerario, nos daba una media hora más de recorrido, que muy cordialmente aceptábamos con gran agrado.
El cambio de Uniforme, iluminaba claramente, las caras de las gentes que apreciaban el impulso que la Agrupación esta cogiendo, habiendo así, buenas perspectivas para que el año que viene podamos resarcirnos de nuevo en esta grán Estación de Penitencia.
